La maltodextrina es un polvo o gránulos blancos o casi blancos, ligeramente higroscópicos. Fácilmente soluble en agua, poco soluble en etanol 96%. Aunque es un polímero de la glucosa, no tiene sabor dulce. Se utiliza como excipiente diluyente en cápsulas y comprimidos, como aglutinante en comprimidos (tanto por compresión directa como por granulación húmeda), como agente de recubrimiento en solución acuosa de comprimidos, y como agente incrementador de la viscosidad (p. ej. para evitar cristalizaciones en preparaciones líquidas orales). También se emplea como excipiente base para fabricar muchos de nuestros Extractos secos. Finalmente tiene la propiedad de dar aporte calórico elevado a la osmolaridad del cuerpo humano, en comparación con los azúcares.
La maltodextrina es un carbohidrato compuesto por polímeros de glucosa, obtenido a través de la hidrólisis del almidón. Este suele encontrarse en forma de polvo blanco, compuesto por una mezcla de varios oligómeros de glucosa, con un alto índice glucémico. Cuando se consume, la maltodextrina tiene un sabor y sensación suaves.
Las maltodextrinas se clasifican por su Equivalente de Dextrosa (DE), que es una medida del poder reductor, el 100 corresponde a la dextrosa. Cuanto mayor sea el DE mayor la capacidad de despolimerizar al almidón y menor el tamaño del polímero. Las maltodextrinas son aquellos polímeros con DE de 6 a 19.
Como aditivo alimentario, la maltodextrina es muy económica y útil por ser un buen sustituto de la grasa en diferentes formulaciones. También ayuda a texturizar, cargar, portar o inhibir la cristalización en los productos alimenticios. Por todo esto, no es raro encontrársela en muchas preparaciones.
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